Epigenética: Genes y Ambiente – Versión PNIE

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Durante el siglo XX se dio mucha importancia al estudio de los factores genéticos como determinantes de las enfermedades. Se consideraba que en presencia de una mutación heredada o adquirida, el gen mutado se expresaría afectando el fenotipo. Predominó así por varias décadas lo que se llama un determinismo genético considerándose que el destino es irreversible y está pautado por los genes.

Actualmente se conoce que los genes alterados generan una predisposición, pero pueden quedar silenciados o expresarse a partir de ciertas señales que pueden devenir de vivencias psicoemocionales u otros factores.( Dubourdieu y Nasi 2017).

El Proyecto Genoma Humano (PGH 1990-2003), realizó aportes a nivel de los estudios de biomedicina y genética clínica. El ADN, se encuentra en las células del organismo, teniendo cada una de ellas 46 cromosomas y se evidenció que el ADN es igual en un 99,9% en todas las personas, lo heredamos de nuestros padres y transmitimos a nuestros hijos. (Castés 2008).

Pero en los últimos años , la epigenética ha estudiado a nivel cromosómico los mecanismos no genéticos (epigénesis) que regulan la expresión de los genes sin afectar o modificar el ADN. A través de procesos de metilación de ADN y modificación de histonas, se favorece la activación o inactivación de los genes y modifica así la expresión de proteínas (Lipton 2010).

La epigenética estudia los mecanismos no genéticos (epigénesis) y como la interacción con el ambiente regula la expresión de los genes sin una modificación del ADN.

La interacción con el ambiente y las experiencias que transcurren a lo largo de la vida, producen una respuesta neuroquímica que puede oficiar como señal para la expresión de vulnerabilidades genéticas tal como lo plantea la Epigenética, sin afectar la secuencia de ADN pero sí podrán facilitar o no su expresión.(Castés 2008; Dubourdieu y Nasi 2017).

Una enzima llamada ARN polimerasa participa en los procesos de transcripción genética, copiando las secuencias de ADN a ARN y se sintetiza un ARN mensajero que mantiene la información de la secuencia del ADN.

Decimos genes y ambiente ¿por qué?

Los genes y el ambiente se influencian mutuamente. El ambioma alude a las influencias ambientales, que son factores distintos a la herencia, que interactúan con los genes y modulan el fenotipo, es decir la expresión de los genes.

Watson y Crick en 1953 descubrieron el ADN y plantearon que el flujo de información era unidireccional, ADN, ARN y proteína. Pero luego en la década del 60 y 70 Waddington, fisiólogo y genetista escocés, y el biólogo estadounidense Nijhout, plantearon que los genes no son auto emergentes, no pueden activarse o desactivarse por sí solos, necesitan una señal. Temin, genetista estadounidense, Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1975, demostró que el flujo de información es bidireccional, de los genes hacia su expresión en la persona, y como a partir de las experiencias de la persona se puede incidir en la expresión de esos genes. (Castés 2008; Dubourdieu y Nasi 2017).

Distintos factores como la edad, factores tóxicos, una noxa durante el desarrollo, incluso fetal, o una cascada neuroquímica con elevación del cortisol por respuestas de estrés emocional o por distintas influencias ambientales pueden afectar la expresividad. Hay genes que podrán expresarse y otros podrán quedar silenciados toda la vida (Dubourdieu y Nasi 2017)

Por este motivo es que es importante considerar a la persona en sus 5 dimensiones ya que los estresores provenientes de cualquiera de ellas pueden actuar para activar la expresión de un gen. (Ibid)

Por ejemplo los hábitos de vida cotidianos (alimentación, ejercicio, eliminación, sueño, relajación) y los factores ambientales, tanto socio-ecológicos como psicoemocionales, actúan a través de señales hormonales o neuroquímicas activando mecanismos epigenéticos que afectan la expresión de los genes (Zabalo, Dubourdieu, Serrano, 2016).

Epigenética y Neuroplasticidad

La Neuroplasticidad se refiere a la capacidad de modificar ya sea a nivel numérico, morfológico y/o funcional las conexiones neuronales y arborizaciones dendríticas, estas pueden verse o bien reforzadas, o bien debilitadas. Y si el sistema nervioso cambia, también lo harán el resto de los sistemas implicados, todo estímulo interno o externo también producirá cambios en toda la red PNIE (PNIE plasticidad). Estos cambios podrán operar generando respuestas patógenas o saludables dependiendo del “terreno” con el que interactúen o metaplasticidad (Abraham, 1996; Zabalo, Dubourdieu, Serrano, 2016).

Los circuitos psicofísicos previos condicionarán el procesamiento y la respuesta que se da a una experiencia. De esta manera, la historia anterior de la persona, ya sea temprana o reciente, afectará la respuesta actual. A este estado previo, que resulta de las activaciones neuronales y de la red PNIE anteriores, se lo denomina metaplasticidad (Abraham,1996; Dubourdieu, 2014b; Zabalo, Dubourdieu, Serrano, 2016).

El estado que condicionará el procesamiento de los estímulos posteriores constituye una configuración única e irrepetible construida a lo largo de su historia en una convergencia filogenética (disposiciones heredadas de generaciones anteriores y de la historia de la humanidad)y ontogenética (propia del sujeto).

Cada persona de acuerdo a su historia, así como de acuerdo a sus circunstancias actuales tendrá una respuesta individual y única frente a las distintas terapéuticas.

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BIBLIOGRAFÍA

– Abraham, W. (1996).“Activity-depencent regulation of symagtic plasticity (me-taplasticity) in the hippovcampus”.In the Hipocampus: Functions and clinical relevance. Ed. N. Kato. Elservier Science B.V. pp. 15-26.

– Castés, M. (2008). Conferencia “Epigenetica”.1er Congreso Panamericano PNIE y el 2º Encuentro Latinoamericano Psicoterapias Integrativas (Montevideo, Uruguay – Octubre 2008). Organizado por FLAPNIE. Recuperado de: https://www.flapnie.org/confmcastes.pdf 

– Dubourdieu, M y Nasi, L. (2017). Cáncer y Psico-Neuro-Inmunología. Clínica Integrativa en Oncología. Buenos Aires, Argentina. Ed. Nativa.

– Dubourdieu, M. (2014b). Potencial traumático y efecto traumático.Resiliencia”. Revista digital PserIntegrativo, Seapsi, Nº7. Recuperado de Revista SEAPSI aquí.

– Lipton, B. (2010). La biología de la creencia. Argentina: Ed.Gráfica MPS.

– Zabalo, D.; Dubourdieu, M.; Serrano, E; (2016). ASMA. Enfoque Integrativo PNIE. Mente-Cuerpo-Ambioma. Argentina. Ed. Utopías.

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