¿Cómo impacta el estrés crónico en el sistema endocrino?
Un abordaje desde la PNIE.
I. Introducción
Muchos pacientes llegan al consultorio con una sensación de “estar apagados”: fatiga persistente, insomnio, aumento de peso, caída de cabello o irregularidades menstruales, sin embargo, quizás las alteraciones hormonales aún no se han hecho evidentes, operando estas alteraciones como signos de alerta.
El estrés crónico, silencioso y muchas veces naturalizado, puede estar detrás de estas disfunciones. Desde la Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE), entendemos que el sistema endocrino no trabaja en aislamiento: responde a amenazas internas y externas, reales o simbólicas, adaptando el cuerpo a lo que interpreta como un entorno de peligro. Cuando esta respuesta se sostiene, el sistema hormonal entra en un estado de compensación que muchas veces no genera una patología visible, pero sí un sufrimiento profundo.
II. Repaso del sistema endocrino y su regulación
El sistema endocrino regula múltiples funciones vitales mediante hormonas secretadas por glándulas específicas. Entre los principales ejes:
- Eje hipotálamo–hipófiso–tiroideo (HPT): regula el metabolismo a través de la TSH, T3 y T4.
- Eje gonadal: regula hormonas sexuales como estrógenos, progesterona y testosterona.
- Eje pancreático: coordina glucosa, insulina y metabolismo energético.
- Eje HHA (hipotálamo–hipófiso–adrenal): clave en la respuesta al estrés a través del cortisol.
Todos estos ejes están conectados entre sí y modulados por los ritmos circadianos, el sistema nervioso autónomo y las señales del entorno físico, emocional y social.
III. ¿Cómo impacta el estrés crónico en este sistema?
Cuando el organismo vive en hipervigilancia sostenida, el eje HPA permanece activado, elevando el cortisol plasmático y alterando la regulación hormonal en cascada:
Tiroides:
- Se reduce la conversión de T4 a T3 activa, generando un hipotiroidismo funcional con síntomas pero sin alteraciones en laboratorio.
Gonadales:
- El organismo bloquea el eje reproductivo para priorizar la supervivencia. Esto puede traducirse en:
- Amenorrea o ciclos irregulares.
- Baja libido.
- Dificultad para concebir.
- Disminución de testosterona en hombres.
Metabolismo:
- El cortisol sostenido favorece la resistencia a la insulina, el aumento de grasa abdominal y el desarrollo de síndrome metabólico, incluso en personas delgadas.
Ritmos circadianos:
- Aparece una inversión de los picos de energía (cansancio matutino / activación nocturna).
- El mal descanso perpetúa la disfunción endocrina, en un círculo vicioso.
“Fatiga adrenal”:
- Aunque no reconocida oficialmente como entidad clínica, muchos pacientes relatan síntomas compatibles:
- Sensación de agotamiento constante.
- Baja tolerancia al estrés.
- Necesidad de cafeína para funcionar.
- Desmotivación generalizada.
Estas disfunciones no siempre se reflejan en análisis convencionales, por lo que es clave una mirada clínica que considere la historia vital del paciente y su contexto emocional.
IV. Ejemplos y Abordaje Integrador en Consulta
- Paciente A: Mujer de 29 años, ansiedad, insomnio y amenorrea secundaria. Exámenes hormonales normales. El trabajo terapéutico incluyó descanso fisiológico, abordaje del eje HHA y mejoría del sueño → regularización del ciclo menstrual.
- Paciente B: Hombre con diagnóstico de síndrome metabólico, cansancio diurno y dificultad para bajar de peso. Intervención: evaluación del ritmo cortisolino, trabajo sobre hábitos, exposición solar, alimentación, estrés laboral → reducción de perímetro abdominal y mejoría del ánimo.
- Paciente C: Hipotiroidismo subclínico sin Hashimoto, caída de cabello, apatía. Se abordó regulación emocional, descanso, y mejora de la microbiota intestinal → aumento de energía y concentración.
En todos estos casos se debe realizar un abordaje integrativo PNIE:
Evaluación psicoterapéutica PNIE en 2 a 4 sesiones para identificar factores de estrés favorecedores de los síntomas. De requerirse se realizará un proceso de apoyo para modificar las situaciones de estrés, o afrontamiento de las mismas o aspectos de personalidad no saludables, asi como potenciar recursos de salud.
Otras estrategias que deben sumarse:
Nombrar explícitamente la relación entre estrés y alteraciones hormonales.
Biopsicoeducacion explicando al paciente sobre cómo el cuerpo responde a contextos amenazantes más allá del “peligro real”.
Restaurar ritmos circadianos con luz solar, descanso nocturno, pausas reales.
Considerar abordajes complementarios como:
- Micronutrientes clave: magnesio, zinc, complejo B.
- Alimentación con efecto antiinflamatorio y regulador del eje HPA.
- Articular con profesionales de nutrición, ginecología, clínica médica, y salud mental.
VI. Conclusión
El sistema endocrino responde al entorno más de lo que creemos. Cuando vivimos en modo “supervivencia”, el cuerpo reorganiza sus prioridades: se enfoca en defendernos, no en prosperar. La clínica integrativa propone mirar más allá del síntoma y leer lo que el cuerpo intenta comunicar.
Desde la PNIE, trabajamos con un enfoque riguroso, humano y multidisciplinario para restablecer el equilibrio hormonal desde lo biológico, lo emocional y lo vincular.
Se busca
1.- identificar los factores que desde 5 dimensiones, biológica, cognitiva, psicoemocional, socioecológica y espiritual atentan contra la salud.
2.- Reestablecer el equilibrio hormonal y red PNIE desde lo biológico, lo emocional y lo vincular.
Referencias bibliográficas
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- Charmandari, E., Tsigos, C., & Chrousos, G. (2005). Endocrinology of the stress response. Annual Review of Physiology, 67, 259–284. https://doi.org/10.1146/annurev.physiol.67.040403.120816
- Russell, G. M., & Lightman, S. L. (2019). The human stress response. Nature Reviews Endocrinology, 15(9), 525–534. https://doi.org/10.1038/s41574-019-0238-z
- Berga, S. L. (2008). Stress and the hypothalamic–pituitary–gonadal axis. Obstetrics and Gynecology Clinics, 35(4), 675–689. https://doi.org/10.1016/j.ogc.2008.09.006