Del cerebro al cuerpo: cómo el estrés desregula el sistema nervioso
El sistema nervioso: el puente entre lo mental y lo físico
El sistema nervioso es mucho más que cerebro y pensamientos. Es una red integrada que regula nuestra percepción del mundo, nuestras emociones, nuestros hábitos… y hasta nuestro sistema inmune. Dentro de él, el sistema nervioso autónomo (SNA) —dividido en ramas simpática y parasimpática— es el gran regulador del equilibrio interno.
- La rama simpática nos activa: prepara al cuerpo para la huida o la lucha.
- La rama parasimpática (vagal) nos permite descansar, digerir, sanar.
El equilibrio entre ambas es esencial. Y el estrés crónico lo quiebra.
¿Qué hace el estrés crónico en el sistema nervioso?
Cuando estamos bajo amenaza sostenida, incluso si es psicoemocional, el sistema nervioso activa una respuesta de supervivencia continua. Esto trae consecuencias a distintos niveles:
- Hiperactivación simpática: tensión muscular, hipervigilancia, ansiedad constante (Johnson et al., 2018).
- Desregulación vagal: baja variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV), mal descanso, mayor reactividad emocional (Kemp & Quintana, 2021).
- Neuroinflamación: activación microglial y liberación de citoquinas proinflamatorias que afectan regiones como el hipocampo, amígdala y corteza prefrontal (Bower & Irwin, 2016; Jellinger, 2022).
- Plasticidad alterada: el sistema aprende a vivir en modo amenaza, dificultando la salida del estado de alerta (McEwen, 2016).
Consecuencias clínicas comunes
Este desequilibrio se manifiesta comúnmente en consulta con síntomas como:
- Ansiedad generalizada
- Trastornos del sueño (insomnio, despertares nocturnos)
- Sensación de no poder detenerse
- Disociación o desconexión corporal
- Irritabilidad o fatiga persistente sin causa médica evidente
Estas expresiones clínicas son consistentes con un sistema nervioso desregulado en el eje simpático–vagal (Koolhaas et al., 2011).
Regular el sistema: más allá del pensamiento
1.- Es fundamental identificar los factores que generan un estado de alerta crónico, debido a insatisfacción de necesidades en cualquiera de las dimensiones de la persona. A partir de esta evaluación se buscará cambiar estas situaciones o los mecanismos de afrontamiento de las mismas.
2.- Además de identificar lo que nos pasa e implementar estrategias hacia el bienestar, desarrollaremos también otras vías terapéuticas:
- Respiración diafragmática y lenta
- Mindfulness encarnado y atención plena interoceptiva
- Movimiento suave: balanceo, estiramiento, danza lenta
- Estimulación del nervio vago: agua fría, vibración orofacial, canto, respiración nasal prolongada (Frangos et al., 2015)
- Crear entornos seguros, reducir demandas, reestablecer contacto corporal
Estas estrategias han demostrado mejorar el tono vagal, disminuir cortisol y aumentar la autorregulación emocional (Kemeny, 2003; Sharma et al., 2023).
¿Cómo seguimos?
En nuestro Curso N3.1 que es habilitante como Facilitador en técnicas de gestión del estrés y Mindfulnes, trabajamos estas técnicas de forma aplicada:
Además de Técnicas de reducción de estrés y mindfulness aplicadas a la clínica se Incluyen módulos sobre neurobiología del estrés, respiración consciente, estimulación vagal, y mindfulness interoceptivo.
Curso N1 Psicoterapia Integrativa PNIE se desarrollan diversas técnicas para el abordaje psicoemocional.
Curso N2.6 – Ejercitación de Técnicas en Psicoterapia Integrativa.
Referencias
- Bower, J. E., & Irwin, M. R. (2016). Chronic stress, neuroinflammation, and depression: An integrative review. Psychosomatic Medicine, 78(2), 131–144. https://doi.org/10.1097/PSY.0000000000000282
- Frangos, E., Ellrich, J., & Komisaruk, B. R. (2015). Non-invasive access to the vagus nerve central projections via electrical stimulation of the external ear: fMRI evidence in humans. Brain Stimulation, 8(3), 624–636. https://doi.org/10.1016/j.brs.2014.11.018
- Jellinger, K. A. (2022). Microglia as central protagonists in chronic stress response. Frontiers in Cellular Neuroscience, 16, 891234. https://doi.org/10.3389/fncel.2022.891234
- Johnson, S. D., et al. (2018). Stress and the extended autonomic system. Autonomic Neuroscience, 213, 27–35. https://doi.org/10.1016/j.autneu.2018.05.004
- Kemp, A. H., & Quintana, D. S. (2021). The respiratory vagal stimulation model of contemplative activity. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 126, 361–368. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2021.03.005
- Kemeny, M. E. (2003). The psychobiology of stress. Current Directions in Psychological Science, 12(4), 124–129. https://doi.org/10.1111/1467-8721.01246
- Koolhaas, J. M., et al. (2011). Stress revisited: A critical evaluation of the stress concept. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 35(5), 1291–1301. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2011.02.003
- McEwen, B. S. (2016). Chronic stress and glucocorticoids: From neuronal plasticity to neurodegeneration. Neuroscience, 232, 1–6. https://doi.org/10.1016/j.neuroscience.2012.12.012
- Sharma, S., Kudesia, R. S., & Tripathi, S. (2023). Vagal nerve stimulation and its implications in stress management. Journal of Integrative Neuroscience, 22(1), 45–52. https://doi.org/10.31083/j.jin2201005
- Thayer, J. F., Åhs, F., Fredrikson, M., Sollers, J. J., & Wager, T. D. (2012). A meta-analysis of heart rate variability and neuroimaging studies: Implications for heart rate variability as a marker of stress and health. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 36(2), 747–756. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2011.11.009